viernes, 25 de septiembre de 2009

patoaventuras







VIAJE A LA PLAYA.

Hace 3 años no hubiera pensado que viajaría de ray desde chihuahua hasta chiapas con mis amigas, sin embargo así ocurrió y fuí muy felíz viviendo esa clase de aventuras.

estas fotos son de enero, cuando viajamos al estado de Guerrero, para ser más exacta a cierta normal rural hermana que queda por aquellos rumbos.

Como acapulco se ubica unas dos horas de dicha escuela, fuimos a visitarlo y dimos una caminata nocturna por la playa. Dado que sería demasiado extenso el contar como llegamos con poco dinero y de ray por aquellos rumbos (trailers, camiones de redilas, carros del año, bochos, metro, etc) sin contar el regreso, más adelante mencionaré otro poco.







domingo, 6 de septiembre de 2009

PARA LEER

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OSCAR WILDE
 

 BALADA DE LA CARCEL DE RIDING (FRAGMENTO)
(OSCAR WILDE )
Sólo sabía qué inquietante pensamiento
apresuraba su paso, y por qué
él miraba al deslumbrante día
con semejante tristeza;
El hombre había matado lo que amaba,
y por eso tenía que morir.
***
Aunque cada hombre mata lo que ama,
que lo oiga todo el mundo;
unos lo hacen con una mirada amarga,
otros con una palabra lisonjera;
el cobarde lo hace con un beso,
¡el hombre valiente con una espada!
Unos matan su amor cuando son jóvenes,
y otros cuando son viejos;
unos lo estrangulan con manos de Lujuria,
otros con manos de Oro:
el más amable usa un cuchillo, porque
así el muerto se enfría antes.
Unos aman demasiado poco, otros demasiado tiempo,
algunos venden y otros compran;
unos dan muerte con muchas lágrimas
y otros sin un suspiro:
pero aunque cada hombre mata lo que ama,
no todos mueren por ello.
JULIO CORTÁZAR




Has visto
verdaderamente has visto
la nieve los astros los pasos afelpados de la brisa
Has tocado
de verdad has tocado
el plato el pan la cara de esa mujer que tanto amàs
Has vivido
como un golpe en la frente
el instante el jadeo la caìda la fuga
Has sabido
con cada poro de la piel sabido
que tus ojos tus manos tu sexo tu blando corazòn
habìa que tirarlos
habìa que llorarlos
habìa que inventarlos otra vez.

LA NOCHE BOCA ARRIBA


Y salían en ciertas épocas a cazar enemigos;
le llamaban la guerra florida.

A mitad del largo zaguán del hotel pensó que debía ser tarde y se apuró a salir a la calle y sacar la motocicleta del rincón donde el portero de al lado le permitía guardarla. En la joyería de la esquina vio que eran las nueve menos diez; llegaría con tiempo sobrado adonde iba. El sol se filtraba entre los altos edificios del centro, y él -porque para sí mismo, para ir pensando, no tenía nombre- montó en la máquina saboreando el paseo. La moto ronroneaba entre sus piernas, y un viento fresco le chicoteaba los pantalones.

Dejó pasar los ministerios (el rosa, el blanco) y la serie de comercios con brillantes vitrinas de la calle Central. Ahora entraba en la parte más agradable del trayecto, el verdadero paseo: una calle larga, bordeada de árboles, con poco tráfico y amplias villas que dejaban venir los jardines hasta las aceras, apenas demarcadas por setos bajos. Quizá algo distraído, pero corriendo por la derecha como correspondía, se dejó llevar por la tersura, por la leve crispación de ese día apenas empezado. Tal vez su involuntario relajamiento le impidió prevenir el accidente. Cuando vio que la mujer parada en la esquina se lanzaba a la calzada a pesar de las luces verdes, ya era tarde para las soluciones fáciles. Frenó con el pie y con la mano, desviándose a la izquierda; oyó el grito de la mujer, y junto con el choque perdió la visión. Fue como dormirse de golpe.

Volvió bruscamente del desmayo. Cuatro o cinco hombres jóvenes lo estaban sacando de debajo de la moto. Sentía gusto a sal y sangre, le dolía una rodilla y cuando lo alzaron gritó, porque no podía soportar la presión en el brazo derecho. Voces que no parecían pertenecer a las caras suspendidas sobre él, lo alentaban con bromas y seguridades. Su único alivio fue oír la confirmación de que había estado en su derecho al cruzar la esquina. Preguntó por la mujer, tratando de dominar la náusea que le ganaba la garganta. Mientras lo llevaban boca arriba hasta una farmacia próxima, supo que la causante del accidente no tenía más que rasguños en la piernas. "Usté la agarró apenas, pero el golpe le hizo saltar la máquina de costado..."; Opiniones, recuerdos, despacio, éntrenlo de espaldas, así va bien, y alguien con guardapolvo dándole de beber un trago que lo alivió en la penumbra de una pequeña farmacia de barrio.

La ambulancia policial llegó a los cinco minutos, y lo subieron a una camilla blanda donde pudo tenderse a gusto. Con toda lucidez, pero sabiendo que estaba bajo los efectos de un shock terrible, dio sus señas al policía que lo acompañaba. El brazo casi no le dolía; de una cortadura en la ceja goteaba sangre por toda la cara. Una o dos veces se lamió los labios para beberla. Se sentía bien, era un accidente, mala suerte; unas semanas quieto y nada más. El vigilante le dijo que la motocicleta no parecía muy estropeada. "Natural", dijo él. "Como que me la ligué encima..." Los dos rieron y el vigilante le dio la mano al llegar al hospital y le deseó buena suerte. Ya la náusea volvía poco a poco; mientras lo llevaban en una camilla de ruedas hasta un pabellón del fondo, pasando bajo árboles llenos de pájaros, cerró los ojos y deseó estar dormido o cloroformado. Pero lo tuvieron largo rato en una pieza con olor a hospital, llenando una ficha, quitándole la ropa y vistiéndolo con una camisa grisácea y dura. Le movían cuidadosamente el brazo, sin que le doliera. Las enfermeras bromeaban todo el tiempo, y si no hubiera sido por las contracciones del estómago se habría sentido muy bien, casi contento.

Lo llevaron a la sala de radio, y veinte minutos después, con la placa todavía húmeda puesta sobre el pecho como una lápida negra, pasó a la sala de operaciones. Alguien de blanco, alto y delgado, se le acercó y se puso a mirar la radiografía. Manos de mujer le acomodaban la cabeza, sintió que lo pasaban de una camilla a otra. El hombre de blanco se le acercó otra vez, sonriendo, con algo que le brillaba en la mano derecha. Le palmeó la mejilla e hizo una seña a alguien parado atrás.



Como sueño era curioso porque estaba lleno de olores y él nunca soñaba olores. Primero un olor a pantano, ya que a la izquierda de la calzada empezaban las marismas, los tembladerales de donde no volvía nadie. Pero el olor cesó, y en cambio vino una fragancia compuesta y oscura como la noche en que se movía huyendo de los aztecas. Y todo era tan natural, tenía que huir de los aztecas que andaban a caza de hombre, y su única probabilidad era la de esconderse en lo más denso de la selva, cuidando de no apartarse de la estrecha calzada que sólo ellos, los motecas, conocían.

Lo que más lo torturaba era el olor, como si aun en la absoluta aceptación del sueño algo se revelara contra eso que no era habitual, que hasta entonces no había participado del juego. "Huele a guerra", pensó, tocando instintivamente el puñal de piedra atravesado en su ceñidor de lana tejida. Un sonido inesperado lo hizo agacharse y quedar inmóvil, temblando. Tener miedo no era extraño, en sus sueños abundaba el miedo. Esperó, tapado por las ramas de un arbusto y la noche sin estrellas. Muy lejos, probablemente del otro lado del gran lago, debían estar ardiendo fuegos de vivac; un resplandor rojizo teñía esa parte del cielo. El sonido no se repitió. Había sido como una rama quebrada. Tal vez un animal que escapaba como él del olor a guerra. Se enderezó despacio, venteando. No se oía nada, pero el miedo seguía allí como el olor, ese incienso dulzón de la guerra florida. Había que seguir, llegar al corazón de la selva evitando las ciénagas. A tientas, agachándose a cada instante para tocar el suelo más duro de la calzada, dio algunos pasos. Hubiera querido echar a correr, pero los tembladerales palpitaban a su lado. En el sendero en tinieblas, buscó el rumbo. Entonces sintió una bocanada del olor que más temía, y saltó desesperado hacia adelante.

-Se va a caer de la cama -dijo el enfermo de la cama de al lado-. No brinque tanto, amigazo.

Abrió los ojos y era de tarde, con el sol ya bajo en los ventanales de la larga sala. Mientras trataba de sonreír a su vecino, se despegó casi físicamente de la última visión de la pesadilla. El brazo, enyesado, colgaba de un aparato con pesas y poleas. Sintió sed, como si hubiera estado corriendo kilómetros, pero no querían darle mucha agua, apenas para mojarse los labios y hacer un buche. La fiebre lo iba ganando despacio y hubiera podido dormirse otra vez, pero saboreaba el placer de quedarse despierto, entornados los ojos, escuchando el diálogo de los otros enfermos, respondiendo de cuando en cuando a alguna pregunta. Vio llegar un carrito blanco que pusieron al lado de su cama, una enfermera rubia le frotó con alcohol la cara anterior del muslo, y le clavó una gruesa aguja conectada con un tubo que subía hasta un frasco lleno de líquido opalino. Un médico joven vino con un aparato de metal y cuero que le ajustó al brazo sano para verificar alguna cosa. Caía la noche, y la fiebre lo iba arrastrando blandamente a un estado donde las cosas tenían un relieve como de gemelos de teatro, eran reales y dulces y a la vez ligeramente repugnantes; como estar viendo una película aburrida y pensar que sin embargo en la calle es peor; y quedarse.

Vino una taza de maravilloso caldo de oro oliendo a puerro, a apio, a perejil. Un trozito de pan, más precioso que todo un banquete, se fue desmigajando poco a poco. El brazo no le dolía nada y solamente en la ceja, donde lo habían suturado, chirriaba a veces una punzada caliente y rápida. Cuando los ventanales de enfrente viraron a manchas de un azul oscuro, pensó que no iba a ser difícil dormirse. Un poco incómodo, de espaldas, pero al pasarse la lengua por los labios resecos y calientes sintió el sabor del caldo, y suspiró de felicidad, abandonándose.

Primero fue una confusión, un atraer hacia sí todas las sensaciones por un instante embotadas o confundidas. Comprendía que estaba corriendo en plena oscuridad, aunque arriba el cielo cruzado de copas de árboles era menos negro que el resto. "La calzada", pensó. "Me salí de la calzada." Sus pies se hundían en un colchón de hojas y barro, y ya no podía dar un paso sin que las ramas de los arbustos le azotaran el torso y las piernas. Jadeante, sabiéndose acorralado a pesar de la oscuridad y el silencio, se agachó para escuchar. Tal vez la calzada estaba cerca, con la primera luz del día iba a verla otra vez. Nada podía ayudarlo ahora a encontrarla. La mano que sin saberlo él aferraba el mango del puñal, subió como un escorpión de los pantanos hasta su cuello, donde colgaba el amuleto protector. Moviendo apenas los labios musitó la plegaria del maíz que trae las lunas felices, y la súplica a la Muy Alta, a la dispensadora de los bienes motecas. Pero sentía al mismo tiempo que los tobillos se le estaban hundiendo despacio en el barro, y la espera en la oscuridad del chaparral desconocido se le hacía insoportable. La guerra florida había empezado con la luna y llevaba ya tres días y tres noches. Si conseguía refugiarse en lo profundo de la selva, abandonando la calzada más allá de la región de las ciénagas, quizá los guerreros no le siguieran el rastro. Pensó en la cantidad de prisioneros que ya habrían hecho. Pero la cantidad no contaba, sino el tiempo sagrado. La caza continuaría hasta que los sacerdotes dieran la señal del regreso. Todo tenía su número y su fin, y él estaba dentro del tiempo sagrado, del otro lado de los cazadores.

Oyó los gritos y se enderezó de un salto, puñal en mano. Como si el cielo se incendiara en el horizonte, vio antorchas moviéndose entre las ramas, muy cerca. El olor a guerra era insoportable, y cuando el primer enemigo le saltó al cuello casi sintió placer en hundirle la hoja de piedra en pleno pecho. Ya lo rodeaban las luces y los gritos alegres. Alcanzó a cortar el aire una o dos veces, y entonces una soga lo atrapó desde atrás.

-Es la fiebre -dijo el de la cama de al lado-. A mí me pasaba igual cuando me operé del duodeno. Tome agua y va a ver que duerme bien.

Al lado de la noche de donde volvía, la penumbra tibia de la sala le pareció deliciosa. Una lámpara violeta velaba en lo alto de la pared del fondo como un ojo protector. Se oía toser, respirar fuerte, a veces un diálogo en voz baja. Todo era grato y seguro, sin acoso, sin... Pero no quería seguir pensando en la pesadilla. Había tantas cosas en qué entretenerse. Se puso a mirar el yeso del brazo, las poleas que tan cómodamente se lo sostenían en el aire. Le habían puesto una botella de agua mineral en la mesa de noche. Bebió del gollete, golosamente. Distinguía ahora las formas de la sala, las treinta camas, los armarios con vitrinas. Ya no debía tener tanta fiebre, sentía fresca la cara. La ceja le dolía apenas, como un recuerdo. Se vio otra vez saliendo del hotel, sacando la moto. ¿Quién hubiera pensado que la cosa iba a acabar así? Trataba de fijar el momento del accidente, y le dio rabia advertir que había ahí como un hueco, un vacío que no alcanzaba a rellenar. Entre el choque y el momento en que lo habían levantado del suelo, un desmayo o lo que fuera no le dejaba ver nada. Y al mismo tiempo tenía la sensación de que ese hueco, esa nada, había durado una eternidad. No, ni siquiera tiempo, más bien como si en ese hueco él hubiera pasado a través de algo o recorrido distancias inmensas. El choque, el golpe brutal contra el pavimento. De todas maneras al salir del pozo negro había sentido casi un alivio mientras los hombres lo alzaban del suelo. Con el dolor del brazo roto, la sangre de la ceja partida, la contusión en la rodilla; con todo eso, un alivio al volver al día y sentirse sostenido y auxiliado. Y era raro. Le preguntaría alguna vez al médico de la oficina. Ahora volvía a ganarlo el sueño, a tirarlo despacio hacia abajo. La almohada era tan blanda, y en su garganta afiebrada la frescura del agua mineral. Quizá pudiera descansar de veras, sin las malditas pesadillas. La luz violeta de la lámpara en lo alto se iba apagando poco a poco.

Como dormía de espaldas, no lo sorprendió la posición en que volvía a reconocerse, pero en cambio el olor a humedad, a piedra rezumante de filtraciones, le cerró la garganta y lo obligó a comprender. Inútil abrir los ojos y mirar en todas direcciones; lo envolvía una oscuridad absoluta. Quiso enderezarse y sintió las sogas en las muñecas y los tobillos. Estaba estaqueado en el piso, en un suelo de lajas helado y húmedo. El frío le ganaba la espalda desnuda, las piernas. Con el mentón buscó torpemente el contacto con su amuleto, y supo que se lo habían arrancado. Ahora estaba perdido, ninguna plegaria podía salvarlo del final. Lejanamente, como filtrándose entre las piedras del calabozo, oyó los atabales de la fiesta. Lo habían traído al teocalli, estaba en las mazmorras del templo a la espera de su turno.

Oyó gritar, un grito ronco que rebotaba en las paredes. Otro grito, acabando en un quejido. Era él que gritaba en las tinieblas, gritaba porque estaba vivo, todo su cuerpo se defendía con el grito de lo que iba a venir, del final inevitable. Pensó en sus compañeros que llenarían otras mazmorras, y en los que ascendían ya los peldaños del sacrificio. Gritó de nuevo sofocadamente, casi no podía abrir la boca, tenía las mandíbulas agarrotadas y a la vez como si fueran de goma y se abrieran lentamente, con un esfuerzo interminable. El chirriar de los cerrojos lo sacudió como un látigo. Convulso, retorciéndose, luchó por zafarse de las cuerdas que se le hundían en la carne. Su brazo derecho, el más fuerte, tiraba hasta que el dolor se hizo intolerable y hubo que ceder. Vio abrirse la doble puerta, y el olor de las antorchas le llegó antes que la luz. Apenas ceñidos con el taparrabos de la ceremonia, los acólitos de los sacerdotes se le acercaron mirándolo con desprecio. Las luces se reflejaban en los torsos sudados, en el pelo negro lleno de plumas. Cedieron las sogas, y en su lugar lo aferraron manos calientes, duras como el bronce; se sintió alzado, siempre boca arriba, tironeado por los cuatro acólitos que lo llevaban por el pasadizo. Los portadores de antorchas iban adelante, alumbrando vagamente el corredor de paredes mojadas y techo tan bajo que los acólitos debían agachar la cabeza. Ahora lo llevaban, lo llevaban, era el final. Boca arriba, a un metro del techo de roca viva que por momentos se iluminaba con un reflejo de antorcha. Cuando en vez del techo nacieran las estrellas y se alzara ante él la escalinata incendiada de gritos y danzas, sería el fin. El pasadizo no acababa nunca, pero ya iba a acabar, de repente olería el aire libre lleno de estrellas, pero todavía no, andaban llevándolo sin fin en la penumbra roja, tironeándolo brutalmente, y él no quería, pero cómo impedirlo si le habían arrancado el amuleto que era su verdadero corazón, el centro de la vida.

Salió de un brinco a la noche del hospital, al alto cielo raso dulce, a la sombra blanda que lo rodeaba. Pensó que debía haber gritado, pero sus vecinos dormían callados. En la mesa de noche, la botella de agua tenía algo de burbuja, de imagen traslúcida contra la sombra azulada de los ventanales. Jadeó buscando el alivio de los pulmones, el olvido de esas imágenes que seguían pegadas a sus párpados. Cada vez que cerraba los ojos las veía formarse instantáneamente, y se enderezaba aterrado pero gozando a la vez del saber que ahora estaba despierto, que la vigilia lo protegía, que pronto iba a amanecer, con el buen sueño profundo que se tiene a esa hora, sin imágenes, sin nada... Le costaba mantener los ojos abiertos, la modorra era más fuerte que él. Hizo un último esfuerzo, con la mano sana esbozó un gesto hacia la botella de agua; no llegó a tomarla, sus dedos se cerraron en un vacío otra vez negro, y el pasadizo seguía interminable, roca tras roca, con súbitas fulguraciones rojizas, y él boca arriba gimió apagadamente porque el techo iba a acabarse, subía, abriéndose como una boca de sombra, y los acólitos se enderezaban y de la altura una luna menguante le cayó en la cara donde los ojos no querían verla, desesperadamente se cerraban y abrían buscando pasar al otro lado, descubrir de nuevo el cielo raso protector de la sala. Y cada vez que se abrían era la noche y la luna mientras lo subían por la escalinata, ahora con la cabeza colgando hacia abajo, y en lo alto estaban las hogueras, las rojas columnas de rojo perfumado, y de golpe vio la piedra roja, brillante de sangre que chorreaba, y el vaivén de los pies del sacrificado, que arrastraban para tirarlo rodando por las escalinatas del norte. Con una última esperanza apretó los párpados, gimiendo por despertar. Durante un segundo creyó que lo lograría, porque estaba otra vez inmóvil en la cama, a salvo del balanceo cabeza abajo. Pero olía a muerte y cuando abrió los ojos vio la figura ensangrentada del sacrificador que venía hacia él con el cuchillo de piedra en la mano. Alcanzó a cerrar otra vez los párpados, aunque ahora sabía que no iba a despertarse, que estaba despierto, que el sueño maravilloso había sido el otro, absurdo como todos los sueños; un sueño en el que había andado por extrañas avenidas de una ciudad asombrosa, con luces verdes y rojas que ardían sin llama ni humo, con un enorme insecto de metal que zumbaba bajo sus piernas. En la mentira infinita de ese sueño también lo habían alzado del suelo, también alguien se le había acercado con un cuchillo en la mano, a él tendido boca arriba, a él boca arriba con los ojos cerrados entre las hogueras.

INSTRUCCIONES PARA LLORAR


    Instrucciones para llorar. Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará  con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos. 
EDGAR ALLAN POE





EL RETRATO OVAL
El castillo en el cual mi criado se le había ocurrido penetrar a la fuerza en vez de permitirme, malhadadamente herido como estaba, de pasar una noche al ras, era uno de esos edificios mezcla de grandeza y de melancolía que durante tanto tiempo levantaron sus altivas frentes en medio de los Apeninos, tanto en la realidad como en la imaginación de Mistress Radcliffe. Según toda apariencia, el castillo había sido recientemente abandonado, aunque temporariamente. Nos instalamos en una de las habitaciones más pequeñas y menos suntuosamente amuebladas. Estaba situada en una torre aislada del resto del edificio. Su decorado era rico, pero antiguo y sumamente deteriorado. Los muros estaban cubiertos de tapicerías y adornados con numerosos trofeos heráldicos de toda clase, y de ellos pendían un número verdaderamente prodigioso de pinturas modernas, ricas de estilo, encerradas en sendos marcos dorados, de gusto arabesco. Me produjeron profundo interés, y quizá mi incipiente delirio fue la causa, aquellos cuadros colgados no solamente en las paredes principales, sino también en una porción de rincones que la arquitectura caprichosa del castillo hacía inevitable; hice a Pedro cerrar los pesados postigos del salón, pues ya era hora avanzada, encender un gran candelabro de muchos brazos colocado al lado de mi cabecera, y abrir completamente las cortinas de negro terciopelo, guarnecidas de festones, que rodeaban el lecho. Quíselo así para poder, al menos, si no reconciliaba el sueño, distraerme alternativamente entre la contemplación de estas pinturas y la lectura de un pequeño volumen que había encontrado sobre la almohada, en que se criticaban y analizaban.
Leí largo tiempo; contemplé las pinturas religiosas devotamente; las horas huyeron, rápidas y silenciosas, y llegó la media noche. La posición del candelabro me molestaba, y extendiendo la mano con dificultad para no turbar el sueño de mi criado, lo coloqué de modo que arrojase la luz de lleno sobre el libro.
Pero este movimiento produjo un efecto completamente inesperado. La luz de sus numerosas bujías dio de pleno en un nicho del salón que una de las columnas del lecho había hasta entonces cubierto con una sombra profunda. Vi envuelto en viva luz un cuadro que hasta entonces no advirtiera. Era el retrato de una joven ya formada, casi mujer. Lo contemplé rápidamente y cerré los ojos. ¿Por qué? No me lo expliqué al principio; pero, en tanto que mis ojos permanecieron cerrados, analicé rápidamente el motivo que me los hacía cerrar. Era un movimiento involuntario para ganar tiempo y recapacitar, para asegurarme de que mi vista no me había engañado, para calmar y preparar mi espíritu a una contemplación más fría y más serena. Al cabo de algunos momentos, miré de nuevo el lienzo fijamente.
No era posible dudar, aun cuando lo hubiese querido; porque el primer rayo de luz al caer sobre el lienzo, había desvanecido el estupor delirante de que mis sentidos se hallaban poseídos, haciéndome volver repentinamente a la realidad de la vida.
El cuadro representaba, como ya he dicho, a una joven. se trataba sencillamente de un retrato de medio cuerpo, todo en este estilo que se llama, en lenguaje técnico, estilo de viñeta; había en él mucho de la manera de pintar de Sully en sus cabezas favoritas. Los brazos, el seno y las puntas de sus radiantes cabellos, pendíanse en la sombra vaga, pero profunda, que servía de fondo a la imagen. El marco era oval, magníficamente dorado, y de un bello estilo morisco. Tal vez no fuese ni la ejecución de la obra, ni la excepcional belleza de su fisonomía lo que me impresionó tan repentina y profundamente. No podía creer que mi imaginación, al salir de su delirio, hubiese tomado la cabeza por la de una persona viva. Empero, los detalles del dibujo, el estilo de viñeta y el aspecto del marco, no me permitieron dudar ni un solo instante. Abismado en estas reflexiones, permanecí una hora entera con los ojos fijos en el retrato. Aquella inexplicable expresión de realidad y vida que al principio me hiciera estremecer, acabó por subyugarme. Lleno de terror y respeto, volví el candelabro a su primera posición, y habiendo así apartado de mi vista la causa de mi profunda agitación, me apoderé ansiosamente del volumen que contenía la historia y descripción de los cuadros. Busqué inmediatamente el número correspondiente al que marcaba el retrato oval, y leí la extraña y singular historia siguiente:
"Era una joven de peregrina belleza, tan graciosa como amable, que en mal hora amó al pintor y se desposó con él. Él tenía un carácter apasionado, estudioso y austero, y había puesto en el arte sus amores; ella, joven, de rarísima belleza, toda luz y sonrisas, con la alegría de un cervatillo, amándolo todo, no odiando más que el arte, que era su rival, no temiendo más que la paleta, los pinceles y demás instrumentos importunos que le arrebataban el amor de su adorado. Terrible impresión causó a la dama oír al pintor hablar del deseo de retratarla. Mas era humilde y sumisa, y sentóse pacientemente, durante largas semanas, en la sombría y alta habitación de la torre, donde la luz se filtraba sobre el pálido lienzo solamente por el cielo raso. El artista cifraba su gloria en su obra, que avanzaba de hora en hora, de día en día. Y era un hombre vehemente, extraño, pensativo y que se perdía en mil ensueños; tanto que no veía que la luz que penetraba tan lúgubremente en esta torre aislada secaba la salud y los encantos de su mujer, que se consumía para todos excepto para él. Ella, no obstante, sonreía más y más, porque veía que el pintor, que disfrutaba de gran fama, experimentaba un vivo y ardiente placer en su tarea, y trabajaba noche y día para trasladar al lienzo la imagen de la que tanto amaba, la cual de día en día tornábase más débil y desanimada. Y, en verdad, los que contemplaban el retrato, comentaban en voz baja su semejanza maravillosa, prueba palpable del genio del pintor, y del profundo amor que su modelo le inspiraba. Pero, al fin, cuando el trabajo tocaba a su término, no se permitió a nadie entrar en la torre; porque el pintor había llegado a enloquecer por el ardor con que tomaba su trabajo, y levantaba los ojos rara vez del lienzo, ni aun para mirar el rostro de su esposa. Y no podía ver que los colores que extendía sobre el lienzo borrábanse de las mejillas de la que tenía sentada a su lado. Y cuando muchas semanas hubieron transcurrido, y no restaba por hacer más que una cosa muy pequeña, sólo dar un toque sobre la boca y otro sobre los ojos, el alma de la dama palpitó aún, como la llama de una lámpara que está próxima a extinguirse. Y entonces el pintor dio los toques, y durante un instante quedó en éxtasis ante el trabajo que había ejecutado. Pero un minuto después, estremeciéndose, palideció intensamente herido por el terror, y gritó con voz terrible: "¡En verdad, esta es la vida misma!" Se volvió bruscamente para mirar a su bien amada: ¡Estaba muerta!"

lunes, 31 de agosto de 2009

SERIES DE VAMPIROS

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BLOOD TIES

Una detective privada que se ve envuelta en lo sobre natural debido a un caso en el que termina por trabajar con henry(un vampiro bastante guapo). en esta historia también recibe la ayuda de su "amigo" un detective de homicidios, ambos le atraen (a mi también), y hay varias situaciones que la hacen vacilar entre uno y otro, aparte del triángulo amoroso, los casos están muy buenos.








A quien no le gustaría estar en el lugar de esta chica, entre un vampiro y un policía sexys resolviendo casos sobrenaturales(no necesariamente lo ultimo, pero a que si les interesa lo primero)











TRUE BLOOD




Lo interesante de esta serie es que rompen el estereotipo de vampiros guapos (sinn contar al protagonista) y toman sangre embotellada llamada true blood la cual desarrollaron los japoneses, lo cual hace que se den a conocer a los humanos mediante el partido(vampirico) el cual lucha por sus derechos, claro que hay tanto personas como vampiro encuentra y en si comienza con la llegada del primer vampiro a un pueblo y de una muchacha que lee la mente de los humanos la cual se enamora de el(que raro), verdad que pinta bien.












MOONLIGHT



el vampiro/detective Mike resuelve casos junto con una reportera a la que salvo cuando era niña de su esposa/vampiro, mientras pasa el tiempo,se desarrolla la historia de amor entre los dos primeros, los cuales tendrán que superar varios obstáculos, como el hecho de que ella tiene novio y que él es un vampiro con un pasado que lo persigue
En esta serie son vampiros bastante modernos que duermen en refrigeradores, se visten a la moda y trabajan como cualquier humano.

domingo, 30 de agosto de 2009

DORAMAS Y MAS


cree este blog esperando compartir algunos de mis doramas, libros, música, literatura, etc, que me gustan más.

COFFEE PRINCE:
Este es un drama que me ha gustado bastante.
go eun chan es una chica con una madre y una hermana a las cuales mantener, por lo cual trabaja muy duro en varios empleos,cuando conoce a han kyul, este la confunde con un chico y por diversas cuestiones termina siendo contratada como su novio para hacerse pasar por gay y evitar un matrimonio arreglado. Más enredos ocurren y ambos terminan trabajando en una tienda de caffe en la cual han kyul será director junto con el antiguo dueño si es que quiere irse a estudiar al extranjero. Para renovar la imagen del café Han kyul sólo contrata personal masculino, los cuales complementarán el drama con sus propias historias, conforme el tiempo pasa go eun chan y han kyul van enamorándose uno del otro, solo que hay un problema, han kyul aún piensa que es un chico y sufre por ello, y go eun chan teme decir la verdad.
las historias de los personajes a su alrededor fortalecen el drama, en especial la de el primo de han kyul y su antiguo amor ,se los recomiendo


A LOVE TO KILL
bi o rain es un chico que se convierte en el guardaespalda de cha eun suk ,la cual es actriz, para dar inicio a su venganza, ya que su hermano se tiró de una azotea cuando se enteró que se iba a casar con otro, quedando en estado vegetal, al buscar entre sus cosas se entera que el había sido novio de la actriz cuando ambos eran pobres y al volverse famosa terminaron, sin saber la verdad detrás de estos hechos bi trata de enamorarla con base en el diario de su hermano para luego destruirla tanto profesional como sentimentalmente, sin embargo, ¿le es posible no enamorarse de ella?


ATASHINCHI NO DANSHI
este dorama esta muy chido, trata de una joven que vive e la calle debido a que su padre debe dinero de apuestas y es perseguida para pagar el debito, entonces aparece un hombre en un helicoptero y la salva al darles la cantidad a estos hombres, después firma un contrato con ella en el cual se considerará pagado si es su espoosa por un mes, ya que pronto morirá y quiere alguien que le haga compañía, pero al morir cual es su sorpresa al ver que tal contrato estipulaba que iba a cuidar de sus 6 hijos en su casa poor 3 meses y de cumplir ciertas tareas(ser reconocida como mamá, comer todos juntos en la mesa, etc) de lo contrario tendría que pagar inmediatamente. De esta manera se ve involucrada con 6 chicos muy extraños y diferentes entre si, lo cual hace esta historia muy divertida




1000 AÑOS DE AMOR
trata de una princesa que vivió hace mil años en un periodo historico complicado, la cual se enamora de Ari, un ex general,(que hace su guardaespaldas) y al mismo tiempo un espia enemigo de ella. sin embargo su vida da un vuelco cuando su reyno es atacado y su amado muerto por el espia(que es un general enemigo) debido a que ella lo rechaza, y en su dolor se lanza por un acantilado, sinembargo no muere, sino que se traslada a la época moderna y en este mundo tan raro encuentra a su amado el cual es completamente diferente de ari.



















FULL HOUSE

episodios:16
fecha:2004
actores:
Bi(Rain) es Lee Young Jae
song hye kyo es Han Ji Eun
han eun jung es Kang Hae Won
kim sung soo es Yoo Min Hyuk
jang yong es Sr. Lee (padre de Young Jae)
sun woo eun sook es Sra. Kim (madre de Young Jae)
kim ji young (abuela de Young Jae)
do hanes Dong Wook
lee young eunes Hee Jin
im ye jin es Dae Pyo

historia:
han ji eun es una chica la cual es estafada por sus dos amigos de la niñez, los cuales la mandan a un viaje a china el cual supuestamente ganó, en el avión conoce a lee young jae el cual es un actor que ha tenido varios escandalos, al cual no le deja una muy buena impresión. Cuando llega a china se da cuenta de que no tiene reservasiones en el hotel y yoo min hiuk le ayuda a pedir una habitación. Sin dinero para regresar decide pedirselo a lee young jae, el cual se hospeda en ese mismo hotel, pero ante su negativa termina inventando un pasado amoroso con yoo min hiuk, el cual es amigo y rival amoroso del actor ,ya que su amada kang hae won siempre ha estado enamorada de yoo min hiuk(pese a que no ha sido correspondida) y ve en han ji eun una oportunidad para dejar despejado el camino, por lo que le ayuda. sin embargo al regresar y hacer una cita donde los 4 estubieran presentes , termina conociendo la verdad. para colmo de males los amigos de han ji eun no sólo vendieron todos los muebles , sino también su casa, la cual por azares del destino termina comprando el actor, el cual la hace trabajar en ella para pagar su deuda. luego de intentar proponersele a kang hae won y fallar, lee young jae termina proponiendole matrimonio a han ji eun en base a un acuerdo en el cual sólo durarán 6 meses cassados y al finalizar ella podrá recuperar su casa.preisamente es aqui donde comienza el enredo, ya que han ji eun comienza a enamorarse de lee young jae, pero éste aunque le corresponde sigue amando a hae won, la cual ha sido rechazada por yoo min hiuk que quiere a han ji eun.




GOONG


esta historia se centra en el matrimonio arreglado del principe shin con una compañera de su escuela Chae Kyung, sinembargo el esta enamorado de shiorin, a la cual le pide matrimonio y al ser rechazado acepta el compromiso ,por otra parte regresa yul, el primo del pincipe que era el anterior heredero y su madre. despues de la boda shiorin se arrepiente por dejarlo ir y la ahora princesa ,que es un alma libre ,sufre porque esta encerrada ,pero al final termina por conquistar el corazón de todos incluido el del primo de shin, sin embargo ella se termina enamorando de su esposo.





ATTIC CAT


Lee Kyung Min siempre ha estado enamorado de Hye Ryun, pero no ha sido correspondido. Un día conoce a Nam Jung Eun, una chica lque ha descidido vivir en seúl y que piensa es amiga de Hye Ryun, se hace su amigo e incluso le paga un cuarto en el ático de un edificio para que pueda vivir. Poco después Lee Kyung al tener problemas y termina viviendo con Jung Eun. Kyung Min hace todo lo posible por salir con Hye Ryun, sin notar que Jung Eun está enamorada de él.





KUROSAGI


Kurosaki, un joven cuya familia fue asesinada por culpa de unos estafadores. A pesar de ello Kurosaki crece y se convierte en un estafador conocido como Kurosagi. Pero resulta ser un estafador poco común, porque Kurosagi se dedica a estafar a otros estafadores y devuelve el dinero a la víctima original en venganza al dolor sufrido. Trabaja con el maestro estafador Katsuragi Toshio (Yamazaki Tsutomu) aún sabiendo que Toshio tuvo mucho que ver con la destrucción de su familia.

La vida de Kurosaki comienza a cambiar cuando conoce a Yoshikawa Tsurara (Horikita Maki), una joven estudiante de derecho que desaprueba su gran falta de legalidad con respecto a la ley. ¿Podrá ella persuadir a Kurosaki para que abandone la estafa y sus ansias de venganza?
(sinopsis de wiki)



LIAR GAME


Nao es una chica honesta, simpática. Aunque los demás le digan que es "demasiado honesta para su bien", dice que es mejor ser de esa manera, que algún bien saldrá de eso. Al llegar a su casa después de devolver en la estación de policías una moneda de 100 yen, se encuentra frente a su puerta un caja negra y una invitación. Dentro de esta caja se encuentran unos 100 millones de yen, los cuales son parte de un juego llamado "Liar Game Tournament". Este juego consta de unas reglas sencillas, (1) 30 días después de empezar el juego debes devolver el dinero al organizador del juego. (2) Lo que hagas para robarle de su dinero a los demás participantes del juego no será visto como un crimen. (3) Si te roban el dinero, serás responsable y tendrás que pagarlos en su totalidad... Nao consulta con la persona equivocada y es engañada. Shinichi, es un estafador que muchos llaman "genio". Por casualidad éste saldrá de la prisión y es la única esperanza que tiene Nao para conseguir su dinero.
(sinopsis de wiki)




UN ÚNICO AMOR



Hiroto es un reparador de barcos que se encarga del taller de su padre que se suicido para poder pagar algunas deudas, y además tiene que mantener a su madre y a su hermano pequeño que tiene una enfermedad, y Nao, una chica muy rica que apenas tiene preocupaciones, ambos se conocen en una fiesta en la que hiroto y sus amigos se cuelan, así surge esta historia de un amor que esta marcado por las clases sociales, muy buenas actuaciones hasta ahorita.
(sinopsis wiki)









EL MAYORDOMO DE MEI-CHAN


mei es una chica que en un principio vive con sus padres en una tienda de nodos, sin embargo estos mueren en un accidente y a los pocos días llega un mayordomo(muy guapo) el cual le dice que es heredera de una de las familias más ricas de japón, y que tiene que ir a una escuela de señoritas para estar segura, al principio no quiere, pero después de que le cologan una bomba en su casa termina acptando. en esta escuela a cada alumna le asignan un mayordomo y todas estan molestas xq el de ella es uno clase s(el más alto rango d mayordomo).en este internado esta otra heredera de esta familia, la cual trata de matarla(literalmente)



BEAUTYFUL LIFE


Kyoko, una mujer con gran espíritu a pesar de estar físicamente limitada a una silla de ruedas a causa de una enfermedad, y Shuji un incipiente estilista, se conocen debido a un incidente. A pesar de su no tan amistoso encuentro, pronto se dan cuenta que están enamorados uno del otro. Shuji, atraído por su enorme coraje y entusiasmo, y Kyoko, por su habilidad de no fijarse en sus limitaciones físicas sino en su corazón. Sin embargo, el sobreprotector hermano de Kyoko y su cada vez más complicadas condiciones de salud, pondrán a prueba su amor y veremos si pueden terminar sus hermosas vidas juntos.
SINOPSIS DE WIKIPEDIA